Las necesidades de nuestra familia nos obliga a trabajar jornadas más largas, y en consecuencia estamos más tiempo fuera de la casa, y más aún cuando la familia depende exclusivamente del sueldo del esposo. Sucede lo mismo cuando es una madre soltera (o padre soltero) quien está a cargo de la familia.

Tiempo para pasar en familia

Hay trabajos que nos exigen mucho, que consumen la mayor parte de nuestro tiempo, incluso los fines de semana. Sin embargo, debemos apartar tiempo para la familia (para un paseo, para algún juego en grupo, o simplemente para compartir tiempo, hablar de la escuela, conocer cuáles son los cambios que se están dando en los hijos, asegurarse que la pareja no se sienta sola/o, etc…)

A menudo, se escucha decir:
“Mi esposo es un padre y un proveedor excelente, pero yo me siento sola y vacía.”

Las madres solteras también suelen escuchar esta queja, pues muchas veces necesitan “dejar para mañana” algún compromiso con sus hijos, dejándolos con la abuela o la vecina.

La responsabilidad que tenemos con la familia no es solamente proveerlos de las necesidades materiales. Es nuestra responsabilidad, también, compartir tiempo con ellos, conectar con los hijos y con la pareja. Es difícil, pero es importante para el buen funcionamiento de la familia.

Para ello, debemos hacer todo lo posible para que las obligaciones laborales no afecten a la vida familiar. Debemos fijar prioridades. Dediquemos tiempo a nuestra familia ahora que aún tenemos tiempo. Puede que no les falte de nada, pero si les faltas tú (o si falta el esposo, si falta el padre), les falta saber que ellos son más importantes que el trabajo.

Por eso, es necesario comprometerse a alcanzar un equilibrio entre el trabajo, las actividades personales y lo más importante, la familia.

Organicémonos para encontrar el equilibrio entre la familia y el trabajo.

Intentemos no trabajar hasta demasiado tarde y tampoco traigamos el trabajo a la casa. Asegurémonos, además, de apartar fechas importantes (cumpleaños, aniversarios, actividades escolares, navidades, etc). Y tratemos siempre de cumplir con estos compromisos.

Recordemos que no hay nada mejor que una familia satisfecha.

vía: todamujeresbella.com