livia es un wearable, se lleva discretamente enganchado a la cintura, está disponible en muchos colores y su precio estimado de venta rondará los 149 dólares (unos 130 euros).
Y si su principal y única función es para acabar con los cólicos y dolores propios de la regla.
Y, según aseguran sus creadores israelíes –ingenieros y médicos–, el alivio de los cólicos es inmediato, algo que ni siquiera consiguen los analgésicos. ¿Pero en qué consiste exactamente? En algo tan sencillo como colocar dos electrodos reutilizables en la zona que duele, en este caso el abdomen, y darle al botón de encendido del dispositivo.
Porque Livia es una máquina que se basa en los principios de la estimulación transcutánea nerviosa (TENS, por sus siglas en inglés): es decir, a través de unos pulsos eléctricos, mantiene ocupado al sistema nervioso, y eso permite bloquear la transmisión del estímulo doloroso propio de la menstruación que, en otro caso, llegaría al cerebro y nos haría sentir mal.
Sus creadores, basándose en la teoría de la compuerta, hablan en concreto de “cerrar las puertas del dolor”, de no permitir que esos estímulos nocivos puedan llegar al cerebro.
“Más del 50% de las mujeres sufren importantes dolores menstruales, y, para mitigarlos, tienen que consumir grandes cantidades de analgésicos. Livia usa un método para aliviar el dolor que no implica el consumo de drogas. La idea es ‘cerrar las puertas del dolor”, explica el profesor Bari Kaplan, del Centro Médico Rabin y la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv.
Kaplan es el doctor que se ha encargado de los ensayos clínicos, llevados a cabo con 163 mujeres de todas las edades, y en los que el método Livia ha demostrado su eficacia. También cuando los cólicos menstruales son fuertes; y en aquellos casos en que el dolor menstrual es realmente “severo”, explican, “Livia ofrece un alivio significativo, reduciéndolo en torno a un 80%”. Incluso puede ayudar a mujeres con endometriosis.
De hecho, el dispositivo cuenta con dos botones para regular la intensidad de las descargas eléctricas. ¿Pero qué es lo que sientes al poner en marcha el dispositivo? Al parecer, las mujeres que ya lo han probado lo describen como “unas vibraciones suaves”.
Livia incorpora, además del dispositivo y los dos electrodos, un cable USB con el que se carga el aparato, que cuenta con 15 horas de autonomía tras cada carga.
Aún habrá que esperar un poco para verlo en el mercado, ya que se trata de un proyecto que se encuentra en busca de financiación en el sitio web de crowdfunding Indiegogo. Pero, dado que ya ha conseguido el 185% de la financiación que requería –todo un éxito–, podría empezar a comercializarse a partir del próximo mes de octubre, tal y como habían previsto desde un principio sus creadores.
vÍA: MuyInteresante